viernes, 16 de enero de 2009

El maltrato animal, cuando nos quedamos sólo en palabras



*Cada cierto tiempo algunos hechos noticiosos nos impactan y nos hacen retomar conciencia sobre temas que son secundarios lamentablemente en nuestra agenda de discusiones políticas.Por Alberto Precht.


Cada cierto tiempo algunos hechos noticiosos nos impactan y nos hacen retomar conciencia sobre temas que son secundarios lamentablemente en nuestra agenda de discusiones políticas.


Luego de acontecidos los graves hechos tanto en la sociedad protectora de animales Benjamín Vicuña Mackena, como el descubrimiento del tráfico de especies exóticas en Arica, se hace urgente el retomar con celeridad un proyecto de ley (3327-12) ingresado el año 2003 a nuestro Congreso Nacional que tipifica la conducta de maltrato o crueldad con los animales.


Sin duda este proyecto de ley que tipifica la conducta de maltrato o crueldad con los animales es completamente insuficiente pero abre la instancia legislativa para hacerle indicaciones y poder mejorarlo y aprobarlo luego de casi ya 6 años de tramitación.


El proyecto establece penas de multa de uno a diez ingresos mínimos mensuales y/o cárcel (presidio menor en sus grados mínimo a medio) contra quienes maltraten o comentan actos de crueldad contra los animales y la posibilidad de que organizaciones con personalidad jurídica puedan presentar querellas por el delito de maltrato animal.


El proyecto a mi juicio es muy básico y no profundiza en los tipos de maltrato pudiendo quizás establecerse una escala, tampoco se inmiscuye en el tema de la experimentación con animales, ni de temas como la higiene y tenencia de animales.


No sólo basta con hacer declaraciones pomposas cada vez que estos temas ocurren, es así como el ejecutivo que maneja a su antojo las urgencias legislativo en nuestro sistema debiese reponerle la suma urgencia que alguna vez tuvo este proyecto.


En caso contrario sin duda seguirán los animales y los que los respetamos esperando otros 5 o 6 años y quizás más a que la conciencia de cuidado y respeto se haga parte de nuestra legislación y no sólo de nuestra oratoria, y conciencia fugaz sólo cuando estos temas son escabrosos y salen a la luz pública.


Nota del Editor:Ésta columna fue publicada en el El Rancahuaso, el diario ciudadano de la Sexta Región, y decidimos subirla al blog porque interpreta el sentir que tenemos nosotros frente al tema.

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