*Expertos británicos descubrieron una posible forma de aviso para alertar a la población de un próximo terremoto.Se trata de los sapos.Por Luis Felipe Caneo.
Una de las mayores frustraciones de autoridades y expertos es la imposibilidad de predecir con certeza y precisión la ocurrencia de temblores o terremotos en un área determinada. Una realidad que podría llegar a su fin con el nuevo descubrimiento científico anunciado por expertos británicos este miércoles 31 de marzo.
Investigadores de la Universidad Abierta manifestaron, en las conclusiones del estudio, haber observado un éxodo masivo de sapos de un criadero de Italia cinco día antes de un sismo, lo cual los lleva a pensar que estos anfibios podrían percibir los cambios ambientales experimentados en la tierra, situación imposible para el ser humano, antes de un sismo.Los científicos se encontraban en el centro de Italia indagando a estos hermanos menores cuando detectaron una baja considerable en su población, días después se registró un terremoto de magnitud 6.3, dejando como saldo gran cantidad de muertos y la destrucción del pueblo de L'Aquila.
"Los sapos son capaces de detectar indicios presísmicos como la emisión de gases y partículas cargadas y usarlos como una forma de sistema de detección anticipada de terremotos", comentó la investigadora Rachel Grant.Luego del movimiento telúrico, estudiaron la población de estos seres y su actuar extraño, en aquel entonces considerando que se estaba en medio de la época de celo, encontrando que el 96% de los machos se fueron del luagr ,llegando a una distancia de 74 kilómetros de distancia del epicentro del terremoto del pasado 6 de abril del 2009.En la zona original, explican los autores del informe, la cantidad de sapos se redució prácticamente a cero, regresando posteriormente a su hábitat original. Este actuar podría explicarse por el hecho de que estos animales sienten variaciones en la cantidda de gas radón, emitido por la tierra, producto de la acumulación de la energía antes de un sismo.
Cabe señalar que los especialistas creen que estos seres son capaces, también, de captar sismos menores imperceptibles para el humano, existiendo la posibilidad de que sientan las señales eléctricas enviadas por las rocas antes de un sismo.
Lo anterior se explicaría, admite Grant, por años de evolución de los sapos que les ha permitido desarrollar esta sorprendente habilidad que a la larga no sólo los beneficiará a ellos sino a nosotros también. La ciencia tiene la palabra, ahora.
Una de las mayores frustraciones de autoridades y expertos es la imposibilidad de predecir con certeza y precisión la ocurrencia de temblores o terremotos en un área determinada. Una realidad que podría llegar a su fin con el nuevo descubrimiento científico anunciado por expertos británicos este miércoles 31 de marzo.
Investigadores de la Universidad Abierta manifestaron, en las conclusiones del estudio, haber observado un éxodo masivo de sapos de un criadero de Italia cinco día antes de un sismo, lo cual los lleva a pensar que estos anfibios podrían percibir los cambios ambientales experimentados en la tierra, situación imposible para el ser humano, antes de un sismo.Los científicos se encontraban en el centro de Italia indagando a estos hermanos menores cuando detectaron una baja considerable en su población, días después se registró un terremoto de magnitud 6.3, dejando como saldo gran cantidad de muertos y la destrucción del pueblo de L'Aquila.
"Los sapos son capaces de detectar indicios presísmicos como la emisión de gases y partículas cargadas y usarlos como una forma de sistema de detección anticipada de terremotos", comentó la investigadora Rachel Grant.Luego del movimiento telúrico, estudiaron la población de estos seres y su actuar extraño, en aquel entonces considerando que se estaba en medio de la época de celo, encontrando que el 96% de los machos se fueron del luagr ,llegando a una distancia de 74 kilómetros de distancia del epicentro del terremoto del pasado 6 de abril del 2009.En la zona original, explican los autores del informe, la cantidad de sapos se redució prácticamente a cero, regresando posteriormente a su hábitat original. Este actuar podría explicarse por el hecho de que estos animales sienten variaciones en la cantidda de gas radón, emitido por la tierra, producto de la acumulación de la energía antes de un sismo.
Cabe señalar que los especialistas creen que estos seres son capaces, también, de captar sismos menores imperceptibles para el humano, existiendo la posibilidad de que sientan las señales eléctricas enviadas por las rocas antes de un sismo.
Lo anterior se explicaría, admite Grant, por años de evolución de los sapos que les ha permitido desarrollar esta sorprendente habilidad que a la larga no sólo los beneficiará a ellos sino a nosotros también. La ciencia tiene la palabra, ahora.
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