miércoles, 7 de julio de 2010

La crueldad de las fiestas de San Fermín

*Todos los toros que corren en las calles de Pamplona durante los “encierros”, del 7 al 14 de julio, son matados esa misma tarde en una corrida de toros, en nombre de San Fermín y su “fiesta” tradicional. AnimaNaturalis

La crueldad de los Encierros de San Fermín

Todos los toros que corren en las calles de Pamplona durante los “encierros”, del 7 al 14 de julio, son matados esa misma tarde en una corrida de toros, en nombre de San Fermín y su “fiesta” tradicional. Torturar y matar animales indefensos no debería ser celebrado como una tradición. La gente siempre utiliza la tradición para justificar hechos horribles, como el trabajo infantil o la esclavitud. Pero que algo sea una tradición no significa que es éticamente correcto. Las corridas de toros son un deporte cruel que debería existir sólo en los libros de historia. No importa lo que digan, las corridas de toros son tortura, mutilación y matanza de animales inocentes e indefensos, por entretenimiento de unos cuantos.

Los encierros de San Fermín

Los toros son criados en los campos y no están acostumbrados al ruido ni las aglomeraciones de personas. Una vez se abren los corrales, son obligados a correr mediante shocks eléctricos y gritos, y para que “ataquen” y corran a toda velocidad son golpeados y hostigados por los “corredores”, que usualmente llevan periódicos para estos efectos. Las esquinas de las calles de Pamplona son muy cerradas, y los animales suelen resbalarse y caer, golpeándose con los muros o las barreras de contención, torciéndose los miembros y eventualmente, hiriéndose entre ellos cuando caen en bloque. Esto, además de las heridas que pueden causar a los corredores que también caen en las calles.
Todos los toros que por las mañanas corren en Pamplona, van directo hacia una muerte terrible en las corridas que se celebran por la tarde en la misma plaza de toros donde son encerrados por las mañanas. (Fotografía: Xavi Talleda)

La corrida de toros

Cada año, más de 40.000 toros son asesinados bárbaramente en las plazas de toros de toda España. (1) La mayoría de los visitantes de la plaza son turistas que nunca han visto una corrida de toros, y al salir, la mayoría no querría ver una nunca más. Las corridas de toros son repulsivas, sangrientas y tristes por su crueldad con los animales.

El nombre “corridas de toros” es un nombre equivocado, porque siempre se trata de la competición entre un torero armado de una espada -y equipado con toda suerte de armas cortantes- contra un confuso, hambriento y psicológicamente atormentado animal.

Uno de los apoyos más importantes de las corridas de toros es la industria del turismo. Las agencias de viajes y los promotores de las corridas o de las plazas, venden la corrida de toros como un espectáculo justo, un festival cultural. Pero lo que no revelan es que el toro jamás tiene la opción de defenderse contra la tortura de las armas del torero y su cuadrilla de hombres armados.

Los toros son intencionalmente debilitados por diversos medios, como la falta de comida y el confinamiento en un recinto (chiquero) oscuro. El uso de drogas en los animales es también frecuente. Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Salamanca (España) encontró que el 20% de los toros usados en las corridas estaban drogados antes de entrar en la plaza. En una muestra de 200 toros, a uno de cada cinco le habían administrado medicamentos anti inflamatorios, que esconden las heridas o daños que sufre un animal debilitado en sus fuerzas. (2)

Otra práctica común es el “afeitado” de los cuernos, a los que se liman varios centímetros. (3) Los cuernos de los toros son como los bigotes de los gatos, ayudan a los animales a orientarse, por lo que un cambio repentino les afecta la coordinación. El afeitado es ilegal, por lo que los cuernos son sometidos a inspección veterinaria después de la corrida. En 1997, la Confederación de Profesionales de la Tauromaquia -que incluye a 230 toreros españoles- fue a una huelga para oponerse a éstas inspecciones veterinarias. (4)

En una corrida de toros normal, el toro entra en la arena y es atormentado por el picador -jinete que monta un caballo que lleva los ojos vendados-, que clava una lanza en la base del lomo del toro, en los músculos del cuello. Esto afecta la capacidad del toro de levantar su cabeza, y comienza a desangrarse con el movimiento de rotación y corte de la lanza. Luego, los banderilleros entran a pie y proceden a distraer al toro y saltar por su costado, clavándole banderillas -varitas con un arpón en la punta, que se entierran en la espalda del toro. (5) Cuando el toro comienza a sentirse debilitado por la falta de sangre, los banderilleros marean al toro haciéndolo dar vueltas en círculos. Finalmente, el matador aparece, provocando que el toro, exhausto, arremeta contra su capote fucsia y amarillo. Luego, cuando ya está extenuado y apenas respira, lo mata enterrándole una espada de 80 cm. en el tórax. (6) Si falla, se llama a un verdugo para apuñalar al agotado y sumiso animal, hasta su muerte. El puñal (descabello) se supone que debe cortar el cordón espinal de los animales, pero es usual que fallen, dejando al toro consciente pero paralizado mientras está encadenado por los cuernos y arrastrado fuera de la arena.(7)

Si el público está conforme con la “faena del matador”, en ese momento se le cortan al toro las orejas y/o el rabo, y se le dan al torero como trofeo. Unos minutos más tarde, otro toro vivo entra en la arena, para que el ciclo de sadismo y sangre comience nuevamente. Seis toros muertos en cada jornada de “fiesta”.

Las corridas de toros son cobardes. El torero tiene la elección de estar ahí, pero el toro no. Desde el momento que entra en la arena, el toro no tiene opción ni escapatoria a esa cruel muerte. Primero fué debilitado por el hambre, luego se le cortan los músculos de su cuello, comienza a desangrarse, para terminar ahogado en su propia sangre por la espada del torero.

Oposición a las corridas de toros

La oposición a las corridas de toros se puede encontrar en España y en todo el resto del mundo. En abril del 2004, la Alcaldía de Barcelona declaró a la ciudad como anti-taurina, en un esfuerzo para prohibir esta sangrienta lucha. Desde entonces, 38 municipios catalanes han seguido la moción, y el Parlamento Catalán está debatiendo una ley para expandir la ley anticrueldad animal existente, para que proteja también a los toros. De acuerdo a la encuesta Gallup de octubre de 2006, un 72% por ciento de los españoles no muestra interés por las corridas de toros, más que el 54% que lo opinaba en los años '80. (8) Si España quiere aumentar la cantidad de turistas que la visitan, y si quiere ser un país moderno y progresista, necesita ponerle fin a esta matanza absurda y cruel matanza de animales para entretenimiento.
Los caballos en las corridas de toros
Los toros no son las únicas víctimas de las corridas de toros. Los caballos utilizados en las corridas de toros llevan los ojos vendados, y muchas veces llevan sus oídos tapados (con periódicos o telas) para que no huyan aterrorizados cuando el toro arremete. Es usual también, que el aterrorizado toro les cornee mientas trata de defenderse o de buscar escapatoria al dolor que le provoca la puya del picador. Cada año, aproximadamente 200 caballos mueren en las corridas de toros.(9)

Corridas de toros “sin sangre” (la corrida portuguesa)

A pesar de su nombre, las corridas portuguesas son cualquier cosa menos “sin sangre”. El toro es soltado al ruedo con las banderillas en el lomo, lo que causa profundas heridas y pérdida de sangre. Traumatizado por la experiencia del dolor, y con las banderillas aún clavadas en el lomo, el toro es atormentado por un grupo de 8 forcados, siete de los cuales sostienen la cabeza del animal mientras un octavo le tira de su cola, dándole vueltas hasta que, eventualmente, el animal agotado animal se detiene. Entonces, el toro es llevado fuera de la arena y dejado en los chiqueros, desangrándose esperando por su matanza, que puede ser horas o días después. (10)


Referencias
1 Emma Daly, “Fears of Mad Cow Disease Reach Bullfighting Rings”, The New York Times 11 Feb 2001.
2 “One-Fifth of Spain’s Fighting Bulls Drugged?” Reuters, 28 Nov 2000.
3 Al Goodman, “Machismo vs. Money: Whose Bull Is Gored?” The New York Times 9 Mar 1997: E6.
4 Goodman, op. cit.
5 Bill Lyon, “A Slaughter That Is Really a Slaughter”, The Philadelphia Inquirer 27 Jul 1992: C1.
6 Tony Hendra, “Man and Bull”, Harper’s Magazine Nov 1996: 69.
7 Lyon, op cit.
8 Fiona Govan, “Bullfighting’s Future in Doubt”, The Daily Telegraph 21 Dec 2006.
9 Fight Against Animal Cruelty in Europe, “Cheating Practises”.
10 Comité Anti Stierenvechten, "Bullfighting in Portugal 'Touradas'".

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