*En el marco de la campaña internacional Contra el Uso de Pieles, activistas ensangrentados desfilaron hacia la glorieta de Las Cibeles en la Ciudad de México, para modelar pieles exóticas y de cuero, exponiendo así la crueldad de las granjas peleteras. AnimaNaturalis.
Cada año millones de animales mueren en las granjas peleteras. Zorros, visones, chinchillas, nutrias, linces, mapaches, entre otros, pasan sus vidas en condiciones miserables hasta que finalmente se les mata para arrancarles la piel.
Los animales son capturados en trampas o criados en granjas peleteras donde viven en diminutas jaulas, y no reciben atención veterinaria. El encierro y hacinamiento provoca que desarrollen conductas anormales, como mutilarse sus miembros para intentar escapar, o devorarse entre ellos.
Muchos animales son desollados estando aún vivos: se les azota contra paredes o piso, o se les electrocuta mediante descargas de 400 voltios que los calcinan por dentro, pero no los matan; todo esto con la finalidad de debilitarlos al extremo, para facilitar el despellejamiento sin alterar la calidad de las pieles. Otros métodos consisten en ahogarlos o fracturarles el cuello.
La industria del cuero también contribuye al sufrimiento animal y a la caza de especies silvestres (como canguros, venados, jabalís o cocodrilos). En el caso de los animales "de consumo", el cuero no es un subproducto como se cree, pues representa el 60% del beneficio económico al que conlleva el sacrificio de estas especies. Aunado a ello, esta industria es altamente contaminante.
Hoy en día se puede lucir elegante y a la moda, sin causar sufrimiento a los demás animales.
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