viernes, 9 de marzo de 2012

Exigen renuncia de Subsecretario de Pesca por autorizar caza de 92 lobos marinos



*El Subsecretario de Pesca entregó un nuevo permiso a un empresario uruguayo para que capture 92 lobos marinos en la Región de Antofagasta y los exporte a acuarios y circos marinos internacionales.  Esta situación “representa un enorme retroceso en las políticas de conservación de mamíferos marinos y constituye una enorme amenaza ya que debilita gravemente los logros alcanzados durante los últimos 20 años en esta materia. La entrega de este permiso de captura de lobos marinos, sumado a diversos escándalos en los cuales se ha visto involucrado el subsecretario -como por ejemplo la intención de autorizar cuotas de pesca de investigación de atún en Isla de Pascua a una empresa japonesa – justifican su renuncia”.


Santiago, 07 de marzo de 2012. (Ecoceanos News)– Organizaciones de medio ambiente que integran la campaña S.O.S. Lobos Marinos, solicitaron la renuncia del Subsecretario de Pesca, Pablo Galilea, luego de denunciar que este funcionario entregó otro permiso para cazar lobos marinos en la Región de Antofagasta y exportarlos a circos y acuarios internacionales.
El Subsecretario Galilea autorizó a la empresa “Espectáculos Mundo Mar Ltda.” capturar y exportar 92 ejemplares de lobos marinos comunes a diversos circos marinos, acuarios y centros de exhibición privados en el extranjero. La resolución firmada por Galilea (N° 278) fue emitida el 03 de febrero y beneficia a esta empresa que es de propiedad de un comerciante de fauna uruguayo que realiza espectáculos de entretenimiento con animales marinos en República Dominicana y Chile.

ONGS CONTRA EL TRÁFICO DE ESPECIES

Frente al permiso otorgado por el Subsecretario de Pesca, de inmediato reaccionaron las diversas organizaciones ciudadanas preocupadas por el tema. El Director del Centro Ecoceanos, Juan Carlos Cárdenas, afirmó que “para un lobo marino, especie de gran inteligencia, que establece fuertes y complejos lazos familiares y está diseñada para recorrer grandes distancias, una piscina es una prisión.


“Estos mamíferos marinos, de movimientos rápidos, que conforman sofisticadas interacciones sociales no pueden comportarse natural y normalmente en cautiverio. Hoy debemos luchar para impedir que la cruel industria del cautiverio animal utilice a Chile como país proveedor. Desde el 2009 hasta la fecha cientos de lobos marinos comunes han sido traficados desde Chile a circos marinos y zoológicos de la República Popular China, la Federación Rusa, Georgia, Filipinas, Turquía y Bahamas, entre otros destinos”.



El médico veterinario agregó que “la discrecionalidad y poca transparencia de estos procesos donde aparecen involucrados funcionarios del Estado es una invitación a prácticas de corrupción y destrucción de nuestra vida marina. Por ello nos preguntamos ¿quiénes están ganando y quienes pierden con la actual política de entrega de cuotas de captura de lobos marinos para mantener un negocio de 2 o 3 empresarios?”.



En tanto para Marco García León, Coordinador en Chile de SeaShepherd, “estos permisos son realmente lamentables y esto nos hace realizar un paralelo con la situación actual de delfines en Japón. En Taiji acaba de finalizar una temporada de caza de delfines, siendo el promedio por temporada de 20.000 ejemplares, todos brutalmente masacrados y sin discriminar entre crías, bebés y adultos. Los que no son convertidos en carne para consumo humano, son enviados como prisioneros a parques acuáticos. ¿Cuál es la justificación que da la autoridad?: Control de plagas”.




García Leon agregó que “esta temporada, la presión internacional ejercida en contra de esta práctica fue tan grande que no sólo se ha logrado reducir la cuota de muertes a 800 delfines, sino que además aerolíneas como Hong Kong Airlines han prohibido los vuelos de transporte de delfines desde Japón a otras ciudades. ¿Es que acaso debemos comenzar con una campaña de desprestigio internacional respecto a la situación de los lobos marinos, para que la autoridad recapacite?”, se preguntó el coordinador de SeaShepherd.



Agregó además que “cada vez que se asiste a un parque acuático, no sólo se están fomentando estas brutales prácticas, sino que también cada asistente mancha sus manos con sangre. El señor Galilea al autorizar la captura de 92 ejemplares no sólo habilita el lucro mediante la destrucción de familias de lobos marinos, sino que condena a ejemplares vitales para los ecosistemas marinos de Chile a convertirse en payasos de entretención, cuyas vidas serán miserables para el resto de sus días y sus lazos familiares afectivos destruidos para siempre”.



Por su parte Elsa Cabrera, directora ejecutiva del Centro de Conservación Cetácea (CCC), señaló que “la decisión del Subsecretario de Pesca representa un enorme retroceso en las políticas de conservación de mamíferos marinos y constituye una enorme amenaza ya que debilita gravemente los logros alcanzados durante los últimos 20 años en esta materia. La entrega de este permiso de captura de lobos marinos, sumado a diversos escándalos en los cuales se ha visto involucrado el subsecretario -como por ejemplo la intención de autorizar cuotas de pesca de investigación de atún en Isla de Pascua a una empresa japonesa – justifican su renuncia”.

Desde Concepción, Pedro Arrey director de Comité Nacional Pro Defensa de la Fauna y Flora (CODEFF), afirmó que “este tipo de situaciones habla muy mal de Chile como país y como sociedad. Si nosotros no aprendemos a querer y respetar a los demás seres vivos, no podremos aprender a respetarnos como sociedad. Eliminar los lobos marinos no soluciona el tema de fondo de la actual crisis pesquera. Cada lobo marino es un ser vivo que debemos aprender a conservar y además, debemos respetar su derecho vivir y vivir en libertad”.
Por su parte, Cristóbal Valenzuela Inostroza, Coordinador en Chile de AnimaNaturalis Internacional dijo que “resulta necesario que la ciudadanía conozca una acción como esta, que comprenda lo nefasto que es para nuestro entorno, y asuma una cuota de responsabilidad. Está en nuestra manos terminar con el maltrato hacia los animales, y es particularmente sencillo tomar la determinación de no asistir a espectáculos que los incluyan”.

SUBPESCA Y LA INDUSTRIA DE CAUTIVERIO ANIMAL


La autorización entregada por el Subsecretario de Pesca hace uso del artículo N° 4 del Decreto exento N°1892 del 2009 y sus modificaciones posteriores, y cuenta con el aval de un memorándum técnico (SAP) N° 144/2011 del Departamento de Pesquería de la Subsecretaría de Pesca.

A través del decreto se le entrega al empresario uruguayo Guillermo Rodriguez Ban, un exclusivo permiso de caza por un año en la costa de la región de Antofagasta, dejando en sus manos la decisión sobre el número de hembras y machos de entre 1 a 3 años que se capturarán, la cantidad de ejemplares a obtener por cada incursión en las loberías, así como el lugar, la fecha y hora de las operaciones.




Eso sí, el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) coloca algunas condiciones: que se le avise con a lo menos 48 horas de anticipación el inicio de las operaciones de caza para las labores de coordinación, y se le entregue el nombre, domicilio y RUT del personal que participará en las capturas, así como la matrícula de los vehículos y embarcaciones que participen en las faenas extractivas. Estas operaciones de caza sólo podrán ser iniciadas una vez que se aprueben las instalaciones que los cazadores habilitarán en Antofagasta para mantener transitoriamente a los ejemplares cautivos, antes de ser enviados hacia una parcela en la comuna de Buin, al sur de Santiago, y de allí vía aérea, a los circos acuáticos o zoológicos de destino.



Finalmente, el Estado chileno le da un plazo de 6 meses a la empresa, contado desde el inicio de las capturas, para que entregue un primer informe de avance, y de 3 meses con posterioridad al año de vencimiento de la autorización, para un informe final sobre las actividades de caza, mantención en cautiverio, traslado y exportación de los 92 ejemplares de lobos marino común.

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