jueves, 13 de septiembre de 2012

Capitán, la historia del perro que conmovió al mundo por su fidelidad



*Una de las características de los perros es su fidelidad a toda prueba a sus amos, como queda demostrado con la historia de Capitán.Un perro que llegó a un cementerio en Argentina a cuidar la tumba de su dueño, fallecido el 2007. Se niega a irse del lugar.

Luis Felipe Caneo 

A diferencia de los humanos, una de las características de los canes es su fidelidad a toda prueba a sus amos, cuestión que sabemos todos quienes tenemos un perro en nuestro hogar el cual demuestra su felicidad al vernos llegar cada día. Una fidelidad que muchas veces se mantiene a lo largo del tiempo, incluso si el amo ya ha fallecido, siendo un ejemplo de lo anterior la historia de Capitán. 


Capitán es un mestizo con mezcla de ovejero que, desde hace cinco años, vive en el Cementerio Carlos Paz, lugar donde esta enterrado su dueño, en la provincia argentina de Córdoba. Puntualmente cada día, a las seis de la tarde, se recuesta en la tumba de su dueño, una actitud que sorprende a todos quienes trabajan en el lugar. 


Esta historia comenzó a escribirse a mediados del año 2005, cuando el dueño de Capitán, Miguel, llevó a la casa a este perrito para su hijo, Damían Guzmán, quien hoy tiene 13 años, una decisión respecto a la cual su esposa, Verónica, no estaba muy convencida. Al año siguiente, el día 24 de Marzo, fallece en el Hospital de la Villa Carlos Paz Miguel, hecho por el cual Capitán, a los días después, se escapa de la casa donde vivía desde el 2005. Estuvo un tiempo en la calle, cerca de la residencia, hasta que finalmente le perdieron el rastro. 


Pensaron que nunca más iban a ver al perrito, hasta que un día madre e hijo fueron al cementerio y se produjo el reencuentro, donde Damían reconoció de inmediato a su perro. “Comenzó a gritar que era Capitán y el perro se nos acercó ladrando, como si llorara”, cuenta Verónica. Cuando regresaron a casa, pese a que lo llamaron insistentemente, Capitán decidió quedarse en el cementerio. A la semana siguiente regresaron al lugar, donde el can los acompaño a casa: estuvo un rato y luego regresó al cementerio.



“Apareció acá solo y dio vueltas por todo el cementerio, hasta que llegó, también solo, a la tumba de su dueño. Y eso no es todo: cada día, a las seis de la tarde, va y se acuesta frente a esa tumba. Recorre el cementerio conmigo todos los días, pero cuando llega esa hora se va para el fondo, donde está la tumba de su amo”.recuerda Clarin el director del cementerio, Héctor Baccega. Marta,vendedora de flores en el cementerio, también recuerda sus primeros encuentros con el can, los cuales fueron el 2007 -oportunidad en la cual tenía una pata quebrada-: “Se ve que quería mucho a su amo. Va a su casa, pero vuelve. Muchas veces lo quisieron llevar, pero se viene para acá”.


El misterio de esta linda historia es que la familia asegura que nunca llevó a Capitán al cementerio, por lo cual se preguntan ¿ cómo llegó hasta ahí?. Han intentado llevarlo de vuelta a casa, pero ya están resignados: “Lo quise traer a casa varias veces, pero él se vuelve al cementerio. Si quiere estar ahí me parece bien que se quede: está cuidando a mi papá”, concluye Damían. 


Sin lugar a dudas, la historia de Capitán es una invitación a reflexionar sobre la fidelidad de los animales respecto a sus amos y ver que cosas podemos mejorar en el día a día humano, donde el chaqueteo y el pelambre de un otro es una costumbre presente necesaria de erradicar ya. 

 

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